Por Jonás Berea
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Los adventistas del séptimo día interpretamos que las dos bestias que se describen en Apocalipsis 13 simbolizan respectivamente al papado como institución blasfema e históricamente perseguidora, y a los Estados Unidos de América como potencia que traiciona sus ideales y se convierte en un dragón maligno. Esta interpretación (que se remonta a la segunda mitad del siglo XIX, y que Elena G. de White desarrolló en el capítulo “Los Estados Unidos en la profecía” de El conflicto de los siglos) puede resultar incómoda y difícil de comunicar para muchos, especialmente en el país en el que nació la Iglesia Adventista y en el que hay cerca de un millón de miembros de esta comunidad. Sigue leyendo