Por Jonás Berea (jonasberea@gmail.com)
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Posts anteriores:
- Oraciones que no son oraciones
- Orar sin querer
- El arte de orar
- La oración de petición
- La oración intercesora (I)
La oración y el Reino de Dios
La intervención de Dios en el mundo, es decir, el Reino de Dios, opera como una semilla (Mateo 13: 31-32) o como una pizca de levadura (Mateo 13: 33). Jesús podría haber sanado a todos los enfermos y resucitado a todos los muertos. Es más, mucho antes Dios podría haber solucionado el problema del pecado y el mal de un plumazo. Pero la Escritura nos enseña que su plan tiene una dinámica diferente, una dinámica del crecimiento, del camino con baches, caídas y retrocesos. Sigue leyendo